Hoy, al conmemorar el 3 de julio de 1916, elevamos nuestra memoria histórica y gratitud eterna, hacia aquellos valientes adalides dominicanos que, en los campos de la Barranquita, escribieron con coraje, determinación y sangre una página trascendente en la historia de la Patria.

 

Ese día, hombres y jóvenes llenos de dignidad, fe y amor por la libertad, se alzaron con intrepidez contra la afrenta de la intervención norteamericana. Con armas humildes pero con un espíritu inquebrantable, enfrentaron la primera ocupación militar de los Estados Unidos, sabiendo que su lucha no era solo por el suelo que pisaban, sino por la Soberanía de todo un pueblo.

 

La Barranquita, no fue solo un acto de resistencia militar, fue un grito de dignidad, un símbolo eterno de que la patria no se vende ni se alquila. Fue la afirmación de que, aunque los poderosos intenten doblegar nuestras raíces, la historia y la voluntad de un pueblo libre siempre encontrará la manera de resistir.

 

Hoy, más de un siglo después, honramos a esos valerosos adalides no solo con palabras, sino con el compromiso firme de presenvar la memoria, la Soberanía y el orgullo nacional que ellos defendieron con su vida.

 

Gloria inmarcesible a los héroes de la Barranquita!!!

 

Apolinar de León Medrano

Historiador